El packaging cobra una gran importancia a la hora de comercializar un producto añadiendo un valor añadido al consumidor final.
Debe ayudar a comprender su contenido y en la mayoría de los casos, convencer y generar confianza sin probar ni tocar el producto. Además, tiene la responsabilidad de mantener la calidad, sobre todo cuando se trata de alimentos, por lo que se debe tener absolutamente en cuenta todas las necesidades del producto.
El proceso de decisión de compra es complejo y debemos hacer todo lo posible para ayudar al consumidor a tomar una decisión firme, convincente y racional. Se trata de mostrar la verdadera identidad del producto y de la empresa que lo comercializa para así, lograr una satisfacción en el consumidor que incremente las posibilidades de repetición de compra.
No se trata de envasar un producto y hacer una imagen acorde a la situación actual del mercado, sino de obtener una ventaja competitiva que destaque frente al resto de productos similares, conectando directamente con las necesidades del público y manteniendo en todo momento la esencia de la marca.
En la actualidad prima lo simple y limpio con un alto componente creativo e innovador, pero como se viene afirmando, todo depende de la imagen principal de la marca. No es lo mismo una empresa tradicional con un mercado muy amplio que una nueva y rompedora dirigida a un nicho muy específico.
Desde el punto de vista del marketing, el packaging ofrece una gran versatilidad a la hora de respaldar diferentes acciones, consolidándose como el pilar básico para satisfacer necesidades indirectas al proceso de compra, mejorando la experiencia del consumidor y el servicio ofrecido por la empresa o marca gracias a la creación de una imagen positiva en la mente de los usuarios. Como conclusión, en los tiempos que corren es imprescindible presentar un packaging que hable en silencio, que impacte visualmente, que sea innovador y que promocione la identidad de la marca o empresa.
La pandemia y el boom de la comida para llevar impulsaron cambios de tendencias en la restauración. Los envases desechables no escapan a estas novedades, esto ha permitido una evolución en la industria de packaging para acoplarse a la tendencia delivery food.
De esta forma es posible pedir comida a domicilio y recibirla en un empaque sustentable. El envase no sólo tiene que ser atractivo para el cliente sino también útil y que pueda ser trasladado desde el local de venta hacia su destino, ya que no todos los clientes desean consumir en el local. En DPS tenemos muchos envases hechos para un traslado seguro y la buena conservación del alimento.
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